
Feliz año nuevo a todos, y que ustedes lo pasen bien.
El universo sabía que veníamos. Freeman Dyson
... cimas rocosas que se visten de nieve o que la añoran.
Laderas en que el verde grave del pino y el verde alegre de la grama se combinan,
a ras de tierra,
con el áspero ocre de la gleba castellana y,
si la estación es propicia,
con el tímido morado del cantueso y el espliego...
¿Es que tiene algo de malo que, por una vez, sólo por una vez, pienses en ti?
Eres joven y guipuzcoano, según deduzco por tu carta y el remite. Escribes como lector reciente de la última aventura de nuestro amigo Alatriste, contándome que es el primer libro de la serie que cae en tus manos. Te ha gustado mucho, dices, excepto el hecho "poco riguroso" y "poco creíble" de que una galera española estuviera tripulada por soldados vizcaínos que combatían al grito de Cierra, España; en referencia a la Caridad Negra, que en los últimos capítulos combate a los turcos, en las bocas de Escanderlu, llevando a bordo a la compañía del capitán Machín de Gorostiola. Y añades, joven amigo –lo de joven es importante–, que eso no disminuye tu entusiasmo por la historia que has leído; pero que el episodio de los vizcaínos te chirría, pues parece forzado. "Metido con calzador –son tus palabras– para demostrar que los vascos (y no los vascongados, don Arturo) estábamos perfectamente integrados en las fuerzas armadas españolas, lo que no era del todo cierto."
Son las siete últimas palabras del párrafo anterior las que me hacen, hoy, escribir sobre esto; la triste certeza de que realmente crees en lo que dices. Te gusta la novela, pero lamentas que el autor haga trampas con la Historia real; la auténtica Historia que –eso no lo cuentas, pero se deduce– te enseñaron en el colegio. Así que, con buena voluntad y con el deseo de que yo no cometa errores en futuras entregas, me corriges. Debería, a cambio, escribirte una carta con mi versión del asunto. El problema es que nunca contesto el correo. No tengo tiempo, y lo siento. Esta página, sin embargo, no es mala solución. La lee gente, y así quizá evite otras cartas como la tuya. De paso, extiendo mi respuesta a la cuadrilla de embusteros y sinvergüenzas de los sucesivos ministerios de Educación, de la consejería autonómica correspondiente, de los colegios o de donde sea, que son los verdaderos culpables de que a los diecisiete años, honrado lector, tengas –si me permites una expresión clásica– la picha histórica hecha un lío.
Machín de Gorostiola es un personaje ficticio, como su compañía de infantería vizcaína. En efecto. Pero uno y otros deben mucho al capitán Machín de Munguía y a los soldados de su compañía, "la mayor parte vascongados", que, según una relación del siglo XVI conservada en el Museo Naval de Madrid, pelearon como fieras durante todo un día contra tres galeras turcas, en La Prevesa. En cuanto a lo de Cierra, España, ni es consigna franquista ni del Capitán Trueno. Quien conoce los textos de la época sabe que, durante siglos, ése fue usual grito de ataque de la infantería española –en su tiempo la más fiel, sufrida y temible de Europa–, que en gran número, además de soldados castellanos y de otras regiones, estaba formada por vizcaínos; pues así, vizcaínos, solía llamarse entonces a los vascos en general, "a veces cortos de razones pero siempre largos de bolsa y espada". Y guste o no a quien manipuló tus libros escolares, amigo mío, con sus nombres están hechas las viejas relaciones militares, de Flandes a Berbería, de las Indias a la costa turca. Los oprimidos vascos fuisteis –extraño síndrome de Estocolmo, el vuestro– protagonistas de todas las empresas españolas por tierra y mar desde el siglo XV en adelante. Ése fue, entre otros muchos, el caso de los capitanes de galeras Iñigo de Urquiza, Juan Lezcano y Felipe Martínez de Echevarría, del almirante Antonio de Oquendo, su padre y su hijo Miguel, o de tantos otros embarcados en las galeras del Mediterráneo o en la empresa de Inglaterra. Las relaciones de Ibarra, Bentivoglio, Benavides, Villalobos o Coloma sobre las guerras del Palatinado y Flandes, los asedios, los asaltos con el agua por la cintura, las matanzas y las hazañas, las victorias y las derrotas, hasta Rocroi y más allá incluso, están salpicadas de tales apellidos, sin olvidar las guerras de Italia: en Pavía, por ejemplo, un rey francés fue capturado por un humilde soldado de Hernani, en el curso de una acción sostenida por tenaces arcabuceros vascos. Y te doy mi palabra de honor de que aquel día todos gritaron, hasta enronquecer, Cierra, España: voz que, en realidad, no tenía significado ideológico alguno. Sólo era un modo de animarse unos a otros –eran tiempos duros– diciéndole al enemigo de entonces, fuera el que fuera: Cuidado, que ataca España.
Así que ya ves, amigo mío. No inventé nada. El único invento es el negocio perverso de quienes te niegan y escamotean la verdadera Historia: la de tu patria vasca –"La gente más antigua, noble y limpia de toda España", escribía en 1606 el malagueño Bernardo de Alderete– y la de la otra, la grande y vieja. La común. La tuya y la mía.
Las células se comportan como diminutas "pilas" cuyo potencial eléctrico entre el interior y el exterior es del orden de 70 milivoltios en estado sano. Si las células enferman por infección, traumatismo, envejecimiento o cualquier otra causa pierden su energía, o sea se "descargan" como si de una pila se tratase. Tras un largo proceso de investigación, Grupo Rayma ha logrado combinar los conocimientos ancestrales de la medicina oriental, ying y yang, con la más avanzada tecnología sobre autoinducción.
También se dirige este panfleto a todos los preocupados por lo políticamente correcto, a los que piensan que defender una enseñanza rigurosa, exigente y disciplinada no es de izquierdas. Las cosas son exactamente al revés. Una enseñanza presuntamente lúdica, donde no se inculca el hábito de estudio, se convierte en un aparcamiento para pobres, donde están entretenidos hasta que les llegue la hora de convertirse en mano de obra barata. Para que la igualdad de oportunidades sea real, ha de haber una enseñanza en la que cada uno pueda demostrar su valía, su inteligencia y su capacidad de trabajo. Quien defienda lo contrario está hurtando a los muchachos de origen modesto la única oportunidad que tienen de estudiar en serio y de competir en parecidas condiciones con los que proceden de familias más favorecidas.
C'est un fameux trois-mâts fin comme un oiseau.
Hisse et ho, Santiano!
Dix huit nœuds, quatre cent tonneaux:
Je suis fier d'y être matelot.
Tiens bon la vague tiens bon le vent.
Hisse et ho, Santiano!
Si Dieu veut toujours droit devant,
Nous irons jusqu'à San Francisco.
Je pars pour de longs mois en laissant Margot.
Hisse et ho, Santiano!
D'y penser j'avais le cœur gros
En doublant les feux de Saint-Malo.
Tiens bon la vague tiens bon le vent.
Hisse et ho, Santiano!
Si Dieu veut toujours droit devant,
Nous irons jusqu'à San Francisco.
On prétend que là-bas l'argent coule à flots.
Hisse et ho, Santiano!
On trouve l'or au fond des ruisseaux.
J'en ramènerai plusieurs lingots.
Tiens bon la vague tiens bon le vent.
Hisse et ho, Santiano!
Si Dieu veut toujours droit devant,
Nous irons jusqu'à San Francisco.
Un jour, je reviendrai chargé de cadeaux.
Hisse et ho, Santiano!
Au pays, j'irai voir Margot.
A son doigt, je passerai l'anneau.
Tiens bon la vague tiens bon le vent.
Tiens bon le cap tiens bon le flot.
Hisse et ho, Santiano!
Sur la mer qui fait le gros dos,
Nous irons jusqu'à San Francisco.
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¿¡Entendido!? Estoy en condición de juraros que el próximo primate que sólo intente rozarme, ¡morirá!
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