martes, 26 de diciembre de 2006

Casi terminando el año

A estas alturas estamos casi acabando el 2006, año que afortunadamente no tenía mala rima. Es curioso como a partir del día 22, cuando entre cánticos de pedreas y celebración con melopea se da el pistoletazo de salida a las fiestas navideñas, todo parece transcurrir rápido, demasiado rápido para mi gusto. Y es que debería ser Navidad todo el año, con gordos papa noeles en pleno mes de julio gritando su HO! HO! HO! mientras con el rabillo del ojo otean las faldas de las niñas que acuden a su regazo, haciéndole sudar aún más los rigores de otro verano canicular.

Navidad 2006

En medio de este barullo de reuniones familiares, dulces y comilonas indecentes que se suceden una tras otra como si de horas extras de un gordo informático cabrón se tratasen, quedan las luces navideñas. Esas que son las primeras en instalarse en noviembre, y las últimas en retirarse en enero.

Navidad 2006

No sé si os habréis fijado, pero no hay nada que dé mayor sensación de vacío que el volver de las fiestas pasada la fecha de reyes, y ver como aún algunas luces navideñas se mantienen encendidas, ahora y siempre resistiendo al calendario que clama por su retirada.

Navidad 2006

Pero mientras duren, uno seguirá disfrutando en silencio como las hemorroides la paz y la quietud que da el andar por una calle, tarde por la noche y semivacía, adornada por abetos y campanas, estrellas y árboles, paz y amor a ritmo de 220 voltios.

Feliz Navidad y feliz Año Nuevo a todos los lectores. Y que el año que viene... ¡Que el año que viene se destruya el hemisferio norte! Ho! Ho! Ho!

lunes, 18 de diciembre de 2006

Basura, basura y más basura

Basura

Se acabó. La música está muerta, las radiofórmulas han ganado, y yo bajo los brazos. A partir de ahora me pienso refugiar en la música de los años 70 para atrás. Si la gente quiere cosas como bisbalines, phil collins, triunfitos y demás basura, que se la coman hasta que revienten.

Leído vía Myfobic.

miércoles, 6 de diciembre de 2006

El Lingote

Entre los que llevan la tira de años dándole a la tecla hay una palabra que es recurrente en sus conversaciones: Spectrum. Un ordenador que empezó en los tempranos años 80 de la mano de Clive Sinclair basado en el microprocesador Z80 de Zilog (que aún siguen dando guerra en el campo de las microcontroladoras y electrónica en general, por cierto).

Los de aquella época se acordarán de grandes nombres en el campo del software nacional, como Topo Soft, Dinamic Multimedia (¿a alguien le suena eso de PC Fútbol?), o Erbe Software.

Ésta última publicó un recopilatorio que marcó una época entre los jugones, por aquél entonces chavales de primaria sin un duro en el bolsillo, que por aproximadamente 3000 pesetillas de entonces (todo un fortunón para un chavalín, pero tampoco tanto) uno podía hacerse con diez juegos de los más chulos de la época. Estamos hablando de El Lingote.

El Lingote

Los juegos para Spectrum (el mismo pack existía para Amstrad y para MSX aunque variaba su contenido, además, los que tenían un Amstrad eran unos fracasados, ¡juaz!) eran de lo mejorcito de la época:

The Great Escape: la gran evasión llevada a los 8 bits, uno debía guiar a los prisioneros hasta la libertad de un campo nazi. Nunca conseguí ir muy lejos, esos putos guardias nazis eran unos paranoicos de la vigilancia. Tuvo una secuela en el año 2003 que pasó muy desapercibida.

Infiltrator: el ancestro del Flight Simulator para 8 bits. Cuan frustrante era intentar arrancar ese helicóptero y estrellarse una y otra vez. Será por eso que desde entonces le tengo tiña a los simuladores...

Xevious: un clásico de los mata-mata de la factoría Namco, para llegar lejos en este juego era necesaria una combinación de concentración, habilidad y rapidez de reflejos más allá de lo humano. Estuve a punto de pasármelo, pero la nave alien del final era demasiado. Tan sólo añadir que este juego sigue publicando nuevas versiones hoy en día.

Winter Games: los juegos deportivos siempre triunfaron en el Spectrum, y éste en particular era bastante divertido, como siempre ocurría con los juegos de U.S. Gold. La mayoría de las pruebas eran accesibles (después de jugar bastante, todo sea dicho) aunque algunas como el salto de esquí y el patinaje eran un poco infernales.

Short Circuit: el videojuego que llevaba a los hogares las aventuras de la gran pantalla (qué gran año aquél 1986), con Número 5 avanzando de pantalla en pantalla con el clásico scroll de izquierda a derecha. No era nada del otro mundo.

Donkey Kong: el clásico de las Nintendo Handheld en el Spectrum, con rey Kong dando por saco al abnegado Mario que no paraba de esquivar barriles. Eran muy buenos tiempos.

Arkanoid: atención, estamos hablando del segundo juego más adictivo de la historia (el primero es el Tetris cortesía del señor Alexey, pero eso no hacía falta puntualizarlo, ¿verdad?). Pues eso, que había que derrotar una vez más al malvado Doh, pero en 8 bits.

Breakthru: un juego más de El Lingote y reconozco avergonzado que no tengo absolutamente ningún recuerdo sobre él. Al parecer algunos se acuerdan de él, porque en Internet se puede encontrar alguna información en Mobygames y NESHQ. Decididamente lo de la Wikipedia es increíble.

Batman: sin duda el mejor juego del recopilatorio, sin discusión posible, y si alguien lo discute se le corta la cabeza. Esta pequeña joya de Jon Ritman (como todos sus juegos) publicado bajo el sello de Ocean hizo las delicias de millones de jugones con su complejidad, jugabilidad y diversión. Un juego absolutamente 10 y la gente aún no lo ha olvidado.

Gauntlet: el clásico por excelencia de las recreativas de los bares. Mientras nuestros padres se tomaban el aperitivo, los chavales nos dedicábamos a dejarnos monedas y monedas de cinco duros en esta máquina que era virtualmente inacabable. Visión cenital para un juego de bárbaros, guerreras, magos y enanos que luchaban contra fantasmas, hechiceros, trolls y demás personajes del género fantástico.

Los nostálgicos podrán encontrar réplicas de muchos de estos juegos en el M.A.M.E. (Multi Arcade Machine Emulator) con sus ROMS originales. Que los disfruten.

Por último, buscando por ahí para escribir este post me he encontrado con esto:

El Lingote

Da mucho que pensar, cuando hoy en día nos están comiendo continuamente la oreja sobre la piratería y sobre el precio de los discos. Hace veinte años ya nos contaban las mismas mentiras que hoy. Las cosas no han cambiado mucho. Recomiendo la lectura del artículo.

lunes, 4 de diciembre de 2006

Las cosas son así, Charlie Brown

Ahora que las calles se cubren de luces, los escaparates se engalanan, y la gente se arrebuja bajo sus bufandas mientras come unas castañas bien calentitas, me vienen a la memoria imágenes de épocas pasadas. Si prestáis un poco de atención, a través de esa ventana podréis ver a un chico de apenas diez años que mira la televisión en el sofá bajo una mantita para protegerse de una tarde de frío helador. En la pantalla desfilan los especiales de Navidad que emiten las cadenas de TV (por aquél entonces, dos). Dibujos animados entrañablemente naïfs que no son superhéroes, ni vuelan, ni lanzan rayos. Son mucho más sencillos, inocentes y entretenidos. Antes de que el entretenimiento infantil fuera moneda de cambio para las plataformas digitales, recuerdo los especiales de Bugs Bunny, de Don Gato, el Oso Yogi, y todos los demás cartoons animados de la Hanna-Barbera y de la Warner.

Charlie Brown Christmas

Menos famosos, especialmente por estas latitudes, eran unos dibujos animados que a muchos les sonará un poco extraño ya que cuando nos acordamos de emisiones de hace años, nunca se les suele mencionar. Las aventuras de un chico llamado Charlie Brown y de su mascota autosuficiente Snoopy nunca fueron muy populares, aunque eso no impedía que acudieran puntuales a su cita invernal en la pequeña pantalla el correspondiente especial de Navidad protagonizado por los Peanuts, esos simpáticos dibujillos barrigones.

Charlie Brown Christmas

Aunque las aventuras de esos personajillos cabezones y culones obra de Charles M. Schulz eran muchas y variadas, recuerdo que a España apenas llegaron muy muy pocas, siempre como ya digo en época navideña, y son las que centran este post.

Charlie Brown Christmas

En primer lugar estaba A Charlie Brown Christmas (Las Navidades de Charlie Brown, 1965), dirigida por Bill Melendez. En este episodio tenemos, como casi siempre, a Charlie Brown envuelto en sus eternas conversaciones consigo mismo. Este pequeño Woody Allen animado se encuentra en plena época navideña haciéndose preguntas sobre el significado de las mismas y sin alcanzar a comprender estas fiestas.

Charlie Brown Christmas

El diálogo con el que empieza la película deja bien clara la idiosincrasia del personaje: "Debe de haber algo equivocado en mí, Linus. La Navidad ha llegado pero no soy feliz. No siento lo que se supone que debería sentir. Simplemente no entiendo la Navidad, supongo." a lo que le responden: "Eres la única persona que conozco que puede tornar algo tan maravilloso como la Navidad en un problema".

Charlie Brown Christmas

A lo largo del corto, Charlie Brown junto con sus amigos Snoopy, Linus, Lucy, Sally, Schroeder, Patty, Marcie y Pipgen irá intuyendo lo que importa realmente en estas fechas, más allá del aspecto comercial al que está sometida la Navidad (ya en 1965 se hablaba del lado comercial de la Navidad, fíjate...). Charlie Brown se verá implicado en la celebración de las fiestas con su pandilla mientras organiza el festival navideño de la escuela y comprenderá el verdadero espíritu de la época cuando tenga que conseguir un árbol de Navidad junto con el pequeño Linus.

Charlie Brown Christmas

El dibujo animado tiene esa estética sesentera que tanto me gusta. Desde la música -pequeños arreglos de piano-, el guión, los personajes, e incluso el color, todo está bañado en lo naïf de esos años de hippys con pantalones acampanados. Todo ello resultando en un corto que destila inocencia en cada fotograma.

Charlie Brown Christmas

Otra aparición habitual de Charlie Brown a través de los rayos catódicos en las fiestas de Navidad era en Snoopy Come Home (Snoopy vuelve a casa, 1972).

Snoopy Come Home

Snoopy Come Home

En este caso se trataba de un auténtico largometraje y no un corto como en el caso anterior. Esta vez la historia gira alrededor de Snoopy, el perro mascota del infeliz Carlitos. Cuando Snoopy recibe una carta de su antigua dueña Lila, siente que debe ir a verla para estar con ella, siempre acompañado de su fiel Woodstock.

Snoopy Come Home

Snoopy Come Home

Por otra parte, Charlie Brown y la pandilla van en su busca siguiendo su rastro, en vano. Una vez con su primera dueña, Snoopy se siente dividido entre ella y todos los demás, a los que aprecia y que le aprecian a su vez.

Snoopy Come Home

Snoopy Come Home

Snoopy Come Home

Snoopy Come Home

Snoopy Come Home

Algo tenían estos dibujos que no he sabido explicar a lo largo del post. Ya sea el aspecto naïf y cándido de los mismos, echando la vista atrás, es fácil caer en el tópico de "ya nada se hace como antes". Pero por lo menos en lo que a televisión respecta, es cierto, ya nada se hace como antes. Supongo que es normal y tampoco se trata de darle vueltas al tema; pero hay días en que me paro a pensar en estas cosas y me siento un poco como Charlie Brown, desorientado y algo perdido.

domingo, 3 de diciembre de 2006

Biyanziko nabideño

Todo un clásico del frikismo que vuelve una y otra vez por estas fechas.

Friki del burger

I work at burger king making flame broiled whoppers
I wear paper hats
Would you like an apple pie with that?
Would you like an apple pie with that?

Ding fries are done (x4)

I gotta run (x4)

Don't fuck with fries in hot vat it really hurts bad and so do skin grafts
Would you like an apple pie with that?
Would you like an apple pie with that?

Where is the bell?
Wait for the bell
Can't hear the bell
Where is the bell?

Ding fries are done (x4)

I work at burger king making flame broiled whoppers
I wear paper hats
Would you like an apple pie with that?
Would you like an apple pie with that?

Ding fries are done (x4)


De las navidades me encantan incluso estas tonterías.

Friki del burger

A otros al parecer también, porque alguien se ha molestado en parodiarlo...