martes, 7 de junio de 2011

Pasados unos días...

Después de unos días de las municipales y autonómicas, del 15M, de las reacciones y sus consecuencias, es momento de hacer balance.

Y pienso que pese a todos los errores que se han visto en Sol, las historias del reiki, biodanza y demás que lamentablemente se han visto en Sol, pese a todo ello, me encanta el movimiento 15M. Sobre todo porque ha cabreado tanto a los del pp como a los del psoe y eso es síntoma inequívoco de que han metido el dedo en la llaga adecuada.

Han cabreado a unos porque son la derecha, la que no entiende que la gente exija sus derechos, que diga basta a sus chanchullos, a los recortes. Han cabreado a los otros por ser la falsa izquierda, esa impostura de cartón piedra, la que no entiende que la gente exija sus derechos, que diga basta a sus chanchullos, a los recortes.

Rabian unos y otros porque la gente está harta de ellos. Rabian y han sacado la artillería pesada. Con sus medios de comunicación ladrando, rabiando en los foros de Internet, desprestigiando el movimiento, hablando despectivamente de la gente que ha salido a la calle, llamándoles de todo, tratándoles de perroflautas.

Sí, desgraciadamente la acampada se llenó de perroflautas. Pero más allá de esa gente, los que nos desmarcamos de estas cosas, la gente normal, los que tenemos dos dedos de frente, los que siempre hemos tenido claro que todo este movimiento era en contra de los unos y los otros de siempre, los que estamos hartos, nos seguimos alegrando por todo lo que está pasando. Me alegro del batacazo que se han llevado unos en las elecciones, merecido después de reírse de nosotros durante dos legislaturas. Alegría al 50% porque los otros no han recibido lo que se merecen, en este país electoralmente bipolar en el que no caben los milagros.

No sé hasta dónde va a llegar todo esto. Lo más probable es que lo acaben tumbando quienes no quieren oír ni hablar de salir de las propuestas de siempre por los de siempre. En cualquier caso, gracias por todo lo que está ocurriendo.