domingo, 29 de abril de 2007

No hay parto sin dolor ni hortera sin transistor

A todos nos ha tocado soportar al típico zopenco garrulo que, mientras espera con su lamentable citroën saxo tuneado en un semáforo con la ventana abierta, nos deleita con los últimos pelotazos de las katedrales del trance o los grites jits de camela y a la vez le soba el muslamen a la jeny que se pinta como una puerta en el asiento del copiloto. Sí, son unos seres bastante patéticos pero, no sin cierto estoicismo, se les aguanta y les tolera compasivamente: pobrecitos, no dan para más con sus greñitas por el cuello, sus cabecitas semi-rapadas, sus collares de hojalata y sus gafas de sol que no se quitan así se queden ciegos; además sólo hay que aguantarles durante un breve lapso de tiempo, aquél que dura en ponerse en verde el semáforo y salen como si les persiguiese el diablo, la poli, o el libro de texto que tanto empeño pusieron en evitar durante su -breve- estancia escolar. Pobrecillos, no hay que culparles, son como son porque el mundo les ha hecho así, que diría alguno que conozco.

Horteras
500 watios de subnormalidad me acompañan a todas partes

Pero estamos en el año 2007, la tecnología avanza, y aparecen nuevos gadgets geeks que pronto se popularizan y acaban comercializándose en el carreful con oferta de 2x1. Es el inevitable lado oscuro de los aparatillos electrónicos, que caen en manos de seres como el que describo, y los utilizan para aplicarnos a todos su particular tercer grado de mal gusto abominable. Tanto es así que ya no les basta con dar la vara en su buga de ventanilla perennemente bajada, no. Ahora lo que se lleva es cualquier aparatillo que pueda reproducir mp3 y con un altavoz incorporado -léase móvil, consola portátil o lo que sea- con el que se pasean por el metro avasallando musicalmente al personal. Esto tiene el agravante de que ahora cualquiera puede demostrar lo hortera que es. El encanto que tenía el garrulo del buga tuneado es que no cualquiera puede permitirse el tener un coche, pero en cambio cualquier cretino puede costearse un mp3 portátil con altavoz. Así que el panorama actual es que un agradable viaje por el suburbano se convierte en la peor de las pesadillas en la que uno se ve rodeado de garrulos que vienen con su resaca musical vomitándole a uno encima su mal gusto, en una suerte de chulo de playa pero en su versión urbana. No necesito, repito: no necesito, escuchar su chunda chunda, a camela, o a bisbal, o bien en versión caspalatina, la cumbia, bachata, el reggaeton, o cualquier otra música de gasolinera. ¿Qué será lo próximo? ¿Phil Collins? Si quieren ser unos horteras y unos cutres, que lo sean con sus auriculares, pero mi vida sería más feliz si no me viera obligado a escuchar el vertedero de pseudomúsica en el que se ha convertido el metro últimamente, especialmente en las noches de los fines de semana.

Es el sino del siglo XXI: ser un garrulo y sentir la poderosa llamada de la naturaleza para hacerle saber al resto del mundo lo hortera y cazurro que se puede llegar a ser.

lunes, 23 de abril de 2007

El sistema solar

Sistema Solar

Esta es una representación de nuestro sistema solar, el sistema planetario en el que vivimos y se mueve nuestro planeta Tierra. De derecha a izquierda tenemos a Neptuno, Urano, Saturno, Júpiter, Marte, la Tierra, Venus y Mercurio.

Y a la izquierda del todo, esa enorme bola de fuego, amarilla, colosal, grande sin medida, desproporcionada, descomunal... no es el Sol. No, mis queridos lectores.

Es el Ego de muchas personas que pululan por ahí.

domingo, 22 de abril de 2007

La chusma like you

Agarra un dandy carcomido inglés de mitad de los años noventa, un puñado de glam electrizante, unos cuantos sintetizadores, y mucha, mucha mala leche, y te dará la canción con más saña y mala idea de la década: Common People, de los Pulp. Canción del álbum Different Class, el mejor de la banda con el que alcanzó un nivel por encima de las peleas pueriles entre los Blur y los Oasis de por aquél entonces.

She came from Greece,
She had a thirst for knowledge,
She studied sculpture at saint martin's college,
That's where i caught her eye.

She told me that her dad was loaded,
I said "in that case i'll have a rum and coca-cola",
She said "fine" and in thirty seconds time she said,

I want to live like common people,
I want to do whatever common people do,
I want to sleep with common people,
I want to sleep with common people, like you.

Well, what else could i do?
I said "i'll see what i can do".

I took her to a supermarket,
I don't know why, but i had to start it somewhere,
So it started there.

I said "pretend you've got no money",
But she just laughed and said "oh you're so funny".
I said "yeah?"
Well i can't see anyone else smiling in here.

Are you sure you want to live like common people?
You want to see whatever common people see?
You want to sleep with common people?
You want to sleep with common people, like me?
But she didn't understand,

She just smiled and held my hand.

Rent a flat above a shop,
Cut your hair and get a job,
Smoke some fags and play some pool,
Pretend you never went to school.

But still you'll never get it right,
'Cos when you're lying in bed at night,
Watching roaches climb the wall,
If you called your dad he could stop it all, yeah.

You'll never live like common people,
You'll never do whatever common people do,
You'll never fail like common people,
You'll never watch your life slide out of view,
And dance and drink and screw,

Because there's nothing else to do.

Sing along with the common people,
Sing along and it might just get you through.

Laugh along with the common people,
Laugh along, even though they're laughing at you,

And the stupid things that you do,
Because you think that poor is cool.

Like a dog lying in a corner,
They will bite you and never warn you.
Look out
They'll tear your insides out,

'Cos everybody hates a tourist,
Especially one who thinks
It's all such a laugh

Yeah, and the chip stains' grease
Will come out in the bath.

You will never understand
How it feels to live your life
With no meaning or control
And with nowhere left to go.

You are amazed that they exist
And they burn so bright
Whilst you can only wonder why.

Rent a flat above a shop,
Cut your hair and get a job,
Smoke some fags and play some pool,
Pretend you never went to school.

Still you'll never get it right
'Cos when you're lying in bed at night

Watching roaches climb the wall,
If you called your dad he could stop it all, yeah.

You'll never live like common people,

You'll never do what common people do,
You'll never fail like common people,
You'll never watch your life slide out of view,
And dance and drink and screw
Because there's nothing else to do.

I want to sing with common people, like you.
I want to sing with common people, like you.
I want to sing with common people, like you.

sábado, 21 de abril de 2007

Fascismo del siglo XXI

Puta SGAE

Depender de los artistoides para que aparezcan en tus mítines, den la cara y reclamen el voto para ti, o que gentuza como Pilar Bardem tenga por oficio (y beneficio) el manifestarse -porque de lo contrario no tendría de qué comer- sale caro y de alguna forma hay que pagar el precio.

La última idea para ello ha sido permitir que las entidades de gestión y asimiladas estén capacitadas para cerrar una web o bloquear el acceso a Internet de un abonado, sin que la palabra JUEZ figure por ninguna parte. Esta forma de fascismo digital del siglo XXI adopta la forma de artículo 17bis [pdf] del proyecto de ley de la LISI ("Ley De Medidas De Impulso A La Sociedad De La Información", ¡tócate los pies!) que se está intentando hacer pasar a toda costa. La cosa tiene guasa, porque después de una aparente marcha atrás en la introducción del artículo, las partes interesadas (dejo a la imaginación del lector el averiguar cuáles son las partes interesadas) han vuelto con fuerzas renovadas para que el articulillo cuele.

Por supuesto aquí no ha pasado nada, ni los medios de comunicación se han hecho eco de semejante barbaridad, ni nadie ha corrido a manifestarse con el teléfono cargado de SMS, ¡pásalo! Aquí nadie dice nada. ¿Por qué este silencio? ¿Por qué tanta boca cerrada? ¿Por qué los borregos son tan dóciles cuando interesa?

Menos mal que en Internet hay otras fuentes a las que acudir, como la blogosfera. Más información en internautas.org, David Bravo, Barrapunto, Hispamp3 y por supuesto Google.

jueves, 19 de abril de 2007

Mongolian Chop Squad

Me gusta la música. Me gusta el anime. Y cuando ambas cosas se juntan en una sola, y además es muy buena, tiene nombre y se llama Beck. Tenemos entre manos una estupenda serie de anime obra de un tal Harold Sakuishi, un japonés que no es gran cosa en el panorama del manga pero que un día se levantó y se dijo "voy a hacer una serie cojonuda con la música como background".

Beck - Mongolian Chop Squad

Dicho y hecho. Sakuishi parió el manga, que tuvo éxito y por lo tanto derivó en la TV nipona de la mano de Osamu Kobayashi (que no sé quien es pero le agradezco infinitamente que haya llevado la serie a la pequeña pantalla) y producida por el estudio Madhouse.

Beck - Mongolian Chop Squad

El guión es el plato fuerte de la serie, fluido, muy consistente ya que enlaza muy bien unas historias con otras dentro de la línea argumental general, y desmarcándose de muchos tópicos del anime al uso. La historia narra las desventuras de unos chavales de instituto de entre 14 y 16 años apasionados de la música que intentan formar su grupo de música con la aspiración de llegar a hacer algo importante algún día. La historia de sus protagonistas, especialmente Koyuki, Ryusuke, Chiba, Saku y Taira entre otros, conjuga dramatismo, acción, diversión, suspense y muchos momentos muy emotivos. Tantas virtudes tiene la serie que personalmente la considero entre el top 3 de series anime que he visto en los últimos tres o cuatro años.

Beck - Mongolian Chop Squad

Junto con el excelente guión, otro plato fuerte de la serie está en la banda sonora, omnipresente a lo largo de sus 26 capítulos con sonidos potentes donde predominan la guitarra eléctrica y la percusión. Puede que a alguien le parezca algo exótico eso del rock japonés, pero los autores de la serie no podrían haber elegido mejores temazos para ambientarla y darle ritmo. Especialmente a destacar los temas de "Brainstorm" y el "Spice of Life" interpretadas por los grupos nipones Typhoon24 y Tropical Gorilla, respectivamente, una mezcla de rock con toques funks que se escucha muy pero que muy bien.

La serie está repleta de referencias musicales como Jimi Hendrix, Kurt Cobain o Freddie Mercury. La música de los grupos que ponen la banda sonora tiene influencia de varios grupos occidentales -los Rage Against the Machine y los Red Hot Chili Peppers, por ejemplo- pero con un sonido muy propio, muy japonés, que le da ese toque diferente que tanto se agradece escuchar.

Beck - Mongolian Chop Squad

En el apartado artístico, la serie también se diferencia del anime habitual. La animación en muchos momentos parece dibujo sobre foto real -desconozco el nombre técnico de esto- y los colores no son tan vivos como suelen serlo en el anime, contribuyendo a hacerlo más real. Todo en Beck hace que se diferencie de las producciones habituales que se dan en Japón. El guión, la animación, la música, todo ello suma para hacer algo especial y que no defrauda al espectador.

La serie va de menos a más, y hay que ver los tres o cuatro primeros episodios para ir metiéndose en la piel de los protagonistas. La historia es muy agradecida y deja muy buen sabor de boca. Si os gusta el anime y/o la música, la cosa está clara: tenéis una cita con los Beck.

sábado, 14 de abril de 2007

Del amanecer hasta el crepúsculo, y más allá

Aunque quede ya lejano en la memoria colectiva, años atrás la música aún no era un producto comercial, sino que era un arte. Tampoco se trata de empezar a enumerar listas y listas de grupos y cantantes que han marcado un antes y un después en la música de la segunda mitad del siglo XX, pero algunos de mis lectores sabrían darme sin parpadear una docena de nombres de artistas (palabro que se ha devaluado bastante de veinte años para acá) cuyos discos se siguen escuchando una vez que ha pasado el verano.

La cosa empezó a degradarse en los años 80 un poco, pero durante los 90 la cosa entró en barrena y la situación que vivimos a día de hoy es sólo una consecuencia de aquellos polvos que trajeron estos lodos.

El disco concepto empezó a quedar pasado de moda. Eso de crear un álbum como "un todo" en la que las canciones son sólo una pieza que encajan con las demás y no sólo un mero single que va a sonar durante un par de meses empezó a no ser tan rentable para unos, y a estar fuera del alcance para el talento de otros. Afortunadamente no todo en esta vida es blanco y negro y siempre se puede encontrar alguna excepción, incluso en los grupos más reconocidos en el panorama músico-comercial.

A mediados de los 90, los Smashing Pumpkins tuvieron la feliz idea de publicar el álbum The Mellon Collie and the Infinite Sadness, obra que en cierta manera venía a ser una especie de nexo de unión entre el grunge más autodestructivo -que acaba de cumplir diez años- y lo que estaba por venir en los años subsiguientes, una mezcla de rock progresivo, heavy y gótico.

Smashing Pumpkins - Mellon Collie and the Infinite Sadness

The Mellon Collie and the Infinite Sadness pronto se reveló como un proyecto muy ambicioso, vistos los tiempos que corrían. Un disco doble con 28 canciones y dos horas de duración era algo "poco habitual para la época", por emplear un eufemismo, pero la fuerza de los Smashing liderado por el carismático Billy Corgan, ese gigantón de casi dos metros de altura y calvo como un huevo, caló pronto no sólo entre su público objetivo (adolescentes amantes del rock y heavy) sino que llegó a muchos más amantes de la buena música, que supieron apreciar las melodías desgarradas del álbum, la potencia de las guitarras y los ritmos de los machacadores de calabazas. Billy Corgan, compositor de prácticamente todo el álbum -y casi todas las canciones de la banda- fue capaz de enhebrar unas letras predominantemente oscuras con sonidos innovadores con un alcance artístico pocas veces igualado en la música de las dos últimas décadas, mezclando géneros como el metal, el rock y el pop, sin limitarse a los convencionalismos de qué puede y qué no puede hacer una banda de rock. La variedad de sonidos desde el principio hasta el fin de las canciones es sorprendente, llegando a alternar entre pianos, sintetizadores y fragmentos casi orquestales, le da una viveza y una variedad de sabores a la música de los Smashing Pumpkins que es difícil encontrar en las composiciones de otras bandas.

Smashing Pumpkins - Mellon Collie and the Infinite Sadness

El álbum siempre me pareció como una montaña rusa que se compone de dos discos, Dawn to Dusk, y Twilight to Starlight. El primero inicia la subida con el instrumental "Mellon Collie and the Infinite Sadness" que enlaza directamente con el "Tonight Tonight". Canciones brillantes, cargadas de "luz" que marcan esta primera parte del álbum, temazos impresionantes como Jellybelly, Bullet with Butterfly Wings, Love, Cupid De Locke, Galopogos o Muzzle.

Smashing Pumpkins - Mellon Collie and the Infinite Sadness

La bajada de la montaña rusa llega con Twilight to Starlight. Las luces se apagan y llegan canciones más oscuras. Pasamos de un extremo (1979, Beautiful, By Starlight) a otro (Bodies, Tales Of A Scorched Earth) pero en general las canciones son más tranquilas que la primera parte del álbum: nada que ver las baladas Farewell and Goodnight (que cierra el álbum), Lily (My One And Only) o We Only Come Out At Night con la explosión de rabia desgarrada del Bullet, An Ode to No One, o Zero.

Smashing Pumpkins - Mellon Collie and the Infinite Sadness

Más allá de la propia música, cabe destacar el arte de las carátulas y el booklet del álbum. Pequeñas joyas que me atreveré a calificar de naïf aunque no lo sean ponen el toque final a una obra redonda de principio a fin, una obra de arte que se hace difícil de digerir en la primera escucha pero de la que se van apreciando todos sus matices a medida que uno se deja llevar por las canciones de los dos discos.

Smashing Pumpkins - Mellon Collie and the Infinite Sadness

Personalmente, creo que los Smashing Pumpkins alcanzaron su techo con el Mellon Collie, ya que lo que vino después (e incluso lo que ya habían hecho antes) no alcanza a igualar a éste disco. Por otra parte, la descomposición de la banda tal y como se la conocía por la muerte del teclista Johnatan Melvoin y la expulsión del batería Jimmy Chamberlin por un turbio asunto de drogas -sex, drugs and rock 'n roll- acabó de descomponer el talento que atesoraba el grupo. Pese a eso, dejaron bien claro que fueron una de las bandas más innovadoras de los años 90. Y nosotros siempre les estaremos agradecidos.

miércoles, 11 de abril de 2007

¿Qué está pasando realmente?

Ahora que el calentamiento global está tan de moda y la histeria se ha apoderado de los mass-media y por lo tanto de la cúpula política mundial, cabe preguntarse cuánto hay de cierto en todo lo que nos cuentan. Los que están a favor de dicha tesis esgrimen cosas como el documental de Al Gore, que como todos los documentales de este corte, presenta unos hechos como si fuesen verdades lapidarias e incontestables. Creo que la experiencia me ha enseñado a tomar estas "pruebas irrefutables" con alfileres. Algo parecido pasó con Michael Moore, y de aquello pudimos aprender que para una versión de los hechos, se puede oponer otra versión, con pruebas igualmente "irrefutables" que demuestran totalmente lo contrario, como por ejemplo en este documental del Channel 4 (se puede ver con más calidad en Google Video, 1h15).

Por supuesto, hoy en día el escepticismo está muy mal visto, y no falta quien descalifique las hipótesis disidentes alegando el contubernio de las petroleras y todo ese rollo tan aburrido. De la misma forma se podría decir que bajo el negocio del miedo del cambio climático también hay mucho dinero e intereses de por medio de los cuales mucha gente está viviendo de ellos chupando del bote. Así que para mamoneos creo yo que uno y otro bando están bastante pringados.

Sin embargo no deja de ser molesto que se descalifique sistemáticamente a científicos que aportan pruebas que se oponen a la tesis del calentamiento global.

El calentamiento global
¿El que maneja la palanca es de una ONG o es un político?

Creo que los buenrollistas alternativos no pueden soportar la sola idea de que puedan estar equivocados en este asunto. Al fin y al cabo nadie sabe con certeza de lo que está hablando, y la perspectiva chata con la que adoctrinan algunos -desde sus webs unos, desde sus blogs otros- da escalofríos por lo superficial de su postura. En cualquier caso si hay datos que respalden una u otra tesis -el calentamiento global viene dado por el efecto humano, o bien es un ciclo natural debido a los ciclos solares o cualquier otra variable terrestre- no deben recibirse con caceroladas y abucheos. Las tendencias y las modas que arrasan con cualquier escepticismo que sea incómodo para la corriente de opinión popular me dan miedo, por lo alienantes que resultan, y eso está ocurriendo ahora.

Yo quiero saber qué está pasando de verdad, si el planeta se está calentando o no -que no está nada claro por cierto- y si es culpa del hombre o no. Quiero saber si el CO2 tiene algo que ver, o si en cambio la concentración de este gas en la atmósfera es irrelevante en todo este asunto. Hay muchas pruebas y estudios que afirman este extremo. Hay la misma cantidad de ellos que afirman lo contrario. Ojalá hubiera pruebas y datos que demostrasen de forma incontestable lo que está pasando en nuestro planeta. Simplemente creo que no los hay, o bien los que hay se contradicen unos a otros porque son demasiadas variables con sinergias muy complejas entre ellas las que influyen en la dinámica del planeta.

Todo esto quiero que me lo cuente alguien que sepa de lo que habla, no alguien que haya leído un par de libros y foros chorras, ni que colabore en algún movimiento alternativo-buenrollista, y que sobre todo que no pretenda vivir de ello, chupando de subvenciones de dinero público y viviendo del bote sólo porque es un tema que está de moda y que preocupa a los que aflojan la pasta para poder ganar(se) unos cuantos votos. Realmente no necesito que alguien que sabe lo mismo que yo del tema -esto es, exactamente nada, por mucho que duela- me venga a dar lecciones de ecologismo ni de moralidad sostenible. No necesito que me cuenten cuentos ecosostenibles llevados a cabo por gente que no tiene ni la más mínima idea de lo que se trae entre manos, y lo que es aún más grave, que se creen saber algo. No necesito que me eduquen medioambientalmente por grupos y asociaciones que atufan a intereses partidistas y/o económicos (ergo, vivir de la sopa boba), ya tengo bastante sentido común y civismo por mí mismo, gracias, como para además estar subvencionando a cualquiera sólo porque se quiere montar su eco-chiringuito. Y por supuesto no necesito que venga Al Gore a contármelo, porque simplemente no tiene ni puede tener credibilidad.

Creo que si tengo que esperar a que alguien con un mínimo de autoridad y de conocimiento de la materia, con datos robustos y contrastados, y con una idea remota de lo que está ocurriendo venga a explicarme lo que pudiera estar sucediendo de forma no interesada y convincente, puedo ir sentándome porque va a transcurrir mucho, pero que mucho tiempo.

sábado, 7 de abril de 2007

Loser as I wanna be

Es un hecho contrastado que los que nos dedicamos al negocio de la tecla y la pantalla somos unos perdedores, la escoria de esta sociedad. Sí lector, tú también, si llevas el pan a casa a costa de picar líneas de código, arreglar ordenadores, solucionar configuraciones imposibles, bregar contra clientes estúpidos que se creen Bill Gates (cuando en realidad lo que se merecen es un buen puño por el culo), y arreglarle la vida a personas normales que por una inexplicable razón necesitan de un ordenador, resulta que eres un loser, un fracasado, un perdedor del siglo XXI, un pringao, un geek. Asúmelo, cuanto antes lo hagas, antes podrás superarlo: eres un despojo social que no sirve para nada. Al fin y al cabo, que la gente te trate como un bicho raro y que te escupa a la cara no es tan malo. ¿Quién necesita al usuario final? ¡Que le den! No necesitamos al resto del mundo porque mientras siga existiendo el IRC, la wikipedia, el porno, yonkis y youtube para ver frikadas, todo irá bien. El hemisferio norte ya se podrá estar destruyendo que nos la sudará un rato.

The IT Crowd
Cayendo al pozo sin fondo

Ese optimista estado de ánimo es el caldo de cultivo en el que se desarrolla la última serie televisiva que nos han servido en bandeja para que los technofreaks nos abalancemos sobre ella y la disfrutemos sin que nuestro orgullo se resienta ni lo más mínimo -no más de lo habitual, al menos- mientras nos sacuden un puyazo tras otro a lo largo de los seis capítulos de The IT Crowd.

The IT Crowd
¡Esto tiene que estar listo para ayer, y si no, probarás mi látigo!

La serie, de producción británica y emitida en el Channel 4, plantea el día a día de una empresa cualquiera, con sus jefecillos, sus secretarias jamonas, su personal auxiliar-administrativo, y por supuesto, su departamento de sistemas, que es el más importante, con la gente más capacitada, brillante, trabajadora, el pilar de la sociedad occidental. Por eso se les podrá encontrar en el sótano del edificio, en el lugar más lóbrego, apartado y recóndito del edificio, allá donde los goblins y los trolls campan a sus anchas.

The IT Crowd
¿Es esto es un troll o un goblin?

En las profundidades de la planta -1 habitan criaturas de pesadilla que hace años que no han visto la luz del sol, y que evitan en la medida de lo posible el contacto con sus iguales, los seres humanos de las plantas superiores. Y es que el mundo necesita de los técnicos pero nadie quiere relacionarse con ellos.

The IT Crowd
Jen, sé leer e-mails, borrar e-mails, hacer click, doble click...

The IT Crowd gira en torno a la plantilla del departamento de sistemas. En primer lugar, Jen que encabeza el departamento gracias a sus habilidades sociales, porque de informática alcanza a hacer el doble click y poco más. Magistral su presentación en el primer capítulo, en el que se la muestra como una directiva de éxito y con un futuro prometedor con un despacho en un edificio modernísimo y acristalado con unas vistas espectaculares sobre la city, y acaba cerrando el círculo con su caída a los infiernos cuando la destinan al departamento de IT y termina asumiéndose como una más entre esa panda de frikis.

The IT Crowd
Roy, mientras haya porno en la red todo irá bien

Después tenemos a Roy, una persona que reúne todos los factores necesarios para ser un marginado social del siglo XXI: geek, asocial, caradura y vago. Toda una joyita que se basta y sobra para resolver las dudas de los empleados de la empresa con una máquina automática que se limita a responder con un lacónico "¿ha probado a reiniciar el ordenador y a enchufarlo a la toma eléctrica?" cada vez que recibe una llamada telefónica. Lamentablemente así consigue resolver el 100% de las incidencias. ¡Muerte al usuario final!

The IT Crowd
Moss, "oh cielos una mujer, ¿y qué hago yo ahora?"

En tercer lugar tenemos a Moss, alguien que supera a su compañero Roy en asocialidad y en frikismo. Moss es el ejemplo de geek extremo, que ha dedicado toda su vida a saber como hackear la red corporativa en unos pocos segundos en detrimento de su capacidad de relacionarse con los demás seres de su especie. Para que os hagáis una idea, se trata de alguien que para apagar un fuego escribe un e-mail al cuerpo de bomberos. Incapaz de hablar normalmente con una persona del sexo opuesto -tampoco del suyo propio- sin embargo es feliz en su sótano rodeado de ordenadores y conectado con el mundo exterior a través del Google. ¿Para qué más?

The IT Crowd
Richmond, y no lleva maquillaje...

En cuarto lugar tenemos a Richmond, que comparte las escasas habilidades sociales de sus compañeros y que tras una etapa de éxitos entre los peces gordos de la empresa, cayó en desgracia y fue relegado a un cuarto oscuro para vigilar los servidores cuando le dio por escuchar música gótica como los Cradle of Filth.

The IT Crowd
Denholm, un modelo a seguir

El jefazo de la empresa es Denholm, el que se encarga de mantener a raya a sus empleados técnicos, aislarlos en el sótano y ningunearles de todas las formas posibles incluso en los momentos de éxito corporativo, como se espera de todo buen jefe.

The IT Crowd
La máquina que todo departamento de IT debería tener

La serie mantiene un nivel muy alto a lo largo de sus seis capítulos, con mucho humor y cargada de guiños geeks para el ojo entrenado, como por ejemplo pósters del Monstruo Espagueti Volador, referencias a ordenadores míticos de los años ochenta, pegatinas hacktivistas, y montones de camisetas con motivos tomados de la red de redes. La serie te garantiza muchas risas y ya se puede calificar como "de culto" en el ámbito geek.

The IT Crowd
Ningún geek es digno de llamarse así si no tiene una taza personalizada...

A destacar de esta serie la fenomenal visión que tuvieron sus creadores a la hora de difundirla, ya que la pusieron a disposición de los internautas en descarga directa -y gratuita ¡oh cielos!- a través de su web. Por supuesto, y dejando atrás el lamentable discurso de gente que no se entera de qué va esto, el éxito fue inmediato, su popularidad subió como la espuma y la venta de los DVDs de la serie se disparó (¿he dicho ya que habían puesto la serie en Internet para que la gente se la bajase gratis? ¿qué raro, no?). Este acierto de sus creadores junto con el boca a boca ha hecho que la serie tenga un gran éxito y sea una referencia a la hora de dar a conocer algo por Internet, técnica que no sólo se limita a series de televisión, sino que también puede aplicarse a música, libros... el reto de Internet está ahí, ahora sólo falta quien sepa aprovecharlo en lugar de criminalizar a su público.

The IT Crowd
... ¿pero qué ocurre si en lugar de una se tiene varias decenas de ellas?

No te olvides. Si la próxima vez que estés en tu trabajo te ves escribiendo líneas de código indescifrable en el ordenador, buscando frikadas en el Google, o enviando e-mails de powerpoints absurdos a toda tu lista de contactos, recuérdalo: es posible que sin saberlo seas uno de ellos, un geek, un perdedor, alguien que debería estar confinado en el sótano más oscuro y profundo del edificio en el que trabaja. Es así, y no es algo que puedas cambiar.

De nada.

PD: si te interesa la serie en V.O.S.E, puedes probar por aquí...