jueves, 7 de octubre de 2004

Una teoría chorra

Se supone que la gente trabaja de lunes a viernes en un horario más o menos común. De acuerdo que habrá gente que trabaje por la tarde o por la noche, pero aún así la enorme mayoría de nosotros está ocupado en el horario laboral habitual. Los atascos por las mañanas y por las tardes así lo confirman.

Sin embargo basta con darse una vuelta por el centro a la hora más anodina del día más anodino para comprobar que la ciudad hierve de actividad... lúdica. Por todas partes gente abarrotando las cafeterías, de compras en las tiendas, ojeando libros en la FNAC, paseando por las calles... Perdone, pero ¿usted no debería estar en la oficina en este mismo momento? ¿Y usted, no debería estar en una reunión? Y tú chaval, ¿no deberías estar en clase? Mira que si se lo digo a tus padres...

Tengo una teoría: que toda esa cantidad de gente son actores contratados por los ayuntamientos para darle vidilla a las calles.

Sí, vale, es una bobada, pero necesitaba darme una explicación.

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