No hace tanto tiempo asistíamos incrédulos al mayor caso de manipulación informativa protagonizado por Urdaci desde la televisión pública. Aquél caso de desinformación -por emplear un eufemismo- se zanjó con una sentencia y con una lamentable rectificación con la boca pequeña ("cé cé ó ó").
Tiempo después se puede comprobar que no se ha aprendido nada de aquella lección, y lejos de rectificar, se ahonda en la manipulación y la mentira, hasta el punto de institucionalizarla. Con esto nos hemos encontrado estos días, y al parecer algo demasiado parecido a una policía política velará por "la veracidad" de lo que nos cuenten (¿la "veracidad" desde qué punto de vista? Nos lo podemos imaginar), siguiendo el camino trazado de otros fachillas disfrazados con piel de cordero.
Aunque esta iniciativa increíble para los tiempos que corren (estamos en el siglo XXI, señores...) más propia de los años 50 no ha pasado desapercibida para la gente que tiene dos dedos de frente (y un poco de vergüenza), no deja de ser muy triste ver cómo antes los medios estaban con el aliento sobre el cogote del gobierno -lo que está muy bien, por cierto- y de esa situación hemos pasado a la anestesia más absoluta, donde nadie encuentra nada raro, y todos se complacen escuchando lo que quieren oír, leyendo solamente lo que quieren que les cuenten y viendo lo que quieren que les enseñen, sin ninguna autocrítica ni vergüenza ajena.
Treinta años y nada ha cambiado. Bueno, una cosa sí: antes se intentaba controlar los medios. Ahora directamente se compran. Qué pena. Y qué miedo me dais.
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1 comentario:
Es la esencia del cyberpunk que se contaba en aquellas peliculas de ciencia ficcion: La informacion es poder, y quien la controle gobernara el mundo.
Solo que no tenemos replicamentes, coches que vuelan o sociedades mutliculturales... o si ? :\
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