lunes, 6 de septiembre de 2004

Los extremos se tocan



Homenaje al mejor principio y al mejor final.

Elige la vida: elige un empleo, elige una carrera, elige una familia, elige un televisor grande que te cagas... Elige lavadoras, coches, equipos de compact-disc y abrelatas eléctricos. Elige la salud, colesterol bajo y seguros dentales... Elige pagar hipotecas a interés fijo, elige un piso piloto, elige a tus amigos. Elige ropa deportiva y maletas a juego, elige pagar a plazos un traje de marca en una amplia gama de putos tejidos... Elige el bricolaje y pregúntate quién coño eres los domingos por la mañana. Elige sentarte en el sofá a ver tele-concursos que embotan la mente y aplastan el espíritu mientras llenas tu boca de puta comida basura. Elige pudrirte de viejo cagándote y meándote encima en un asilo miserable siendo una carga para los niñatos egoístas y hechos polvo que has engendrado para reemplazarte. Elige tu futuro, elige la vida. ¿Pero por qué iba yo a querer hacer algo así?... Yo elegí no elegir la vida, yo elegí otra cosa. ¿Y las razones? No hay razones...

[...]

¿Entonces por qué lo hice? Podría ofreceros un millón de respuestas, todas falsas. Lo cierto es que soy una mala persona, pero eso va a cambiar. Yo voy a cambiar. Es la última vez que hago algo así. Ahora voy a reformarme y dejar esto atrás, ir por el buen camino y elegir la vida. Estoy deseándolo. Voy a ser igual que vosotros. El trabajo, la familia, el televisor grande que te cagas, la lavadora, el coche, el equipo de compact-disc y el abrelatas eléctrico, buena salud, colesterol bajo, seguro dental, hipoteca, piso piloto, ropa deportiva, traje de marca, bricolaje, tele-concursos, comida basura, niños, paseos por el parque, jornada de 9 a 5, jugar bien al golf, lavar el coche, jerseys elegantes, navidades en familia, planes de pensiones, desgravación fiscal, ir tirando, tirando hacia delante hasta el día en que la palmes.

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