lunes, 27 de septiembre de 2004
domingo, 26 de septiembre de 2004
El tiempo
A menudo se piensa que el tiempo es un concepto inventado por el ser humano, pero en realidad no lo es. Más bien al contrario, el tiempo es algo tan real y tangible como cualquier otra cosa de la naturaleza. Por ejemplo, los años. Los años son ciclos de tiempo que se repiten regularmente, y un año no es una invención humana, sino que es el tiempo que tarda nuestro planeta en dar la vuelta alrededor de su estrella, el Sol. Una órbita completa se corresponde con un ciclo completo de estaciones, y cada año, vuelta empezar desde el principio: la rotación de la Tierra alrededor del Sol es un reloj natural en el cual el Hombre no tiene nada que ver.
Más cosas. En la realidad (y no hagamos discursos demagógicos sobre lo que es la realidad, por favor) hay un sentido definido en el que transcurren las cosas; a eso se le llama la flecha del tiempo, o si se prefiere, relación causa-efecto. Nadie se sorprende si ve un vaso caerse al suelo y hacerse pedazos; en cambio no saldríamos de nuestro asombro si delante de nuestras narices viésemos reconstruirse los pedazos de vidrio para tomar la forma de un vaso en nuestra mano. Dicho en términos más científicos: la entropía aumenta, y el sentido del aumento lo marca el paso del tiempo, que es algo perfectamente real y que podemos sentir en nuestra experiencia diaria.
Por otra parte, si el tiempo es una invención humana, entonces si no existiéramos, en todo el universo las cosas dejarían de ocurrir?
Se podría seguir hablando de este tema metiéndonos en física y tecnicismos pero no vale la pena. Lo importante es que el tiempo es el que es, y no es un concepto arbitrario que alguien se haya inventado.
A modo de apunte final, quizá haya gente que piense que el tiempo es un concepto humano porque lo hemos dividido en una unidad concreta y arbitraria: el segundo. Pero ¿qué tendrá que ver la unidad de medida de una magnitud con la propia existencia de dicha magnitud? Nada, evidentemente.
Más cosas. En la realidad (y no hagamos discursos demagógicos sobre lo que es la realidad, por favor) hay un sentido definido en el que transcurren las cosas; a eso se le llama la flecha del tiempo, o si se prefiere, relación causa-efecto. Nadie se sorprende si ve un vaso caerse al suelo y hacerse pedazos; en cambio no saldríamos de nuestro asombro si delante de nuestras narices viésemos reconstruirse los pedazos de vidrio para tomar la forma de un vaso en nuestra mano. Dicho en términos más científicos: la entropía aumenta, y el sentido del aumento lo marca el paso del tiempo, que es algo perfectamente real y que podemos sentir en nuestra experiencia diaria.
Por otra parte, si el tiempo es una invención humana, entonces si no existiéramos, en todo el universo las cosas dejarían de ocurrir?
Se podría seguir hablando de este tema metiéndonos en física y tecnicismos pero no vale la pena. Lo importante es que el tiempo es el que es, y no es un concepto arbitrario que alguien se haya inventado.
A modo de apunte final, quizá haya gente que piense que el tiempo es un concepto humano porque lo hemos dividido en una unidad concreta y arbitraria: el segundo. Pero ¿qué tendrá que ver la unidad de medida de una magnitud con la propia existencia de dicha magnitud? Nada, evidentemente.
viernes, 24 de septiembre de 2004
Abróchense los cinturones que vamos a despegar
Hay discos que cuando los escuchas por primera vez piensas que tienen bastante poco que ofrecer, pero si les das una oportunidad te das cuenta de que no sólo no son malos sino que son sublimes. Eso me pasó a mi la primera vez que escuché The Piper at the Gates of Dawn hace algunos años. Un álbum colosal, la quintaesencia de la psicodelia de los años 60 encabezada por los Pink Floyd y liderada por el lisérgico Syd Barrett (tanto ácido se metía que acabó desbarrando y fuera de la banda). En general cuando se habla de los Floyd la gente se acuerda del Dark Side of the Moon o del The Wall, discos muy buenos pero que no alcanzan esa chispa de genialidad que tiene el Piper. Por eso animo a quien quiera descubrir cosas diferentes, se atreva con esta cosa rara; hay bastantes probabilidades de que no guste pues es un disco bastante duro de escuchar, pero vale la pena arriesgarse sólo por disfrutar de temas como Flaming o Interstellar Overdrive. No hay nada que perder y si mucho que ganar.
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Momento nostalgia
Hoy he tenido la oportunidad de ver un capítulo de Los Fruitis, otro de La Corona Mágica y otro de La Llamada de los Gnomos. Y es triste constatar que vamos hacia atrás hasta en los dibujos animados (y eso que Los Fruitis eran abominables). Snif.
miércoles, 22 de septiembre de 2004
Cómo hemos cambiado
Dos años dan para mucho.
El artículo original puede leerse en Kriptopolis.
Y mientras tanto, los ladrones siguen trincando a manos llenas.
Debate del Senado sobre la LSSI, 20 de Junio de 2002:
"Nos aleja de Europa, señora Ministra, limita la libertad de expresión, atenta contra nuestra intimidad, incrementa la inseguridad en la red, obstaculiza el desarrollo de Internet en España, perjudica a casi todos, pero especialmente a las iniciativas más creativas y con menor poder adquisitivo. No asume compromisos de cohesión social y territorial, y han rechazado, por mucho que hable usted de discapacidad, las enmiendas constructivas para que usted asuma en el ámbito de su responsabilidad compromisos claros con la discapacidad en España. Es, en definitiva, parte de una mala política para impulsar la sociedad de la información y el comercio en España. España con esta ley se aleja de Europa. La mayor participación digital que se ha conocido en nuestro país se lo ha puesto sobre la mesa. Le han desautorizado dos veces, esta ley profundiza todavía más el retraso tecnológico de España. Hoy España está en huelga contra la prepotencia del Gobierno, y este proyecto de ley, señora Ministra, es un ejemplo de ello. Lo que sí le garantizo, señora Ministra, es que cuando los socialistas gobernemos, suprimiremos esta ley tan nefasta para los intereses generales de nuestro país.
Nada más y muchas gracias. (Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Socialista.-)"
El artículo original puede leerse en Kriptopolis.
Y mientras tanto, los ladrones siguen trincando a manos llenas.
Conspiparanoias
Una serie de teorías conspiparanoicas conocidas y que hacen felices a mucha gente. A modo de juego os dejo especular sobre cuales podrían ser verosímiles y cuales son una memez (hay por lo menos dos en cada categoría).
- Las multinacionales del petróleo tienen la patente del coche sin gasolina y de la fusión fría.
- El SIDA se desarrolló en un laboratorio para acabar con los homosexuales y drogadictos en los EEUU.
- Siguiendo con el SIDA, existiría una cura pero no se hace pública porque hay muchos intereses en mantener los costosos tratamientos actuales.
- La vacuna de la caries existe pero acabaría con buena parte de la industria farmacéutica y afectaría a la economía mundial. De hecho se afirma que los laboratorios sólo desarrollan medicación para mantener enfermedades crónicas pero no para curarlas.
- El Hombre jamás llegó a la Luna.
- Los extraterrestres existen y los gobiernos los ocultan.
- Los creadores de antivirus son los que hacen los virus.
- Elvis Presley no está muerto.
- Los incendios forestales los provocan las inmobiliarias.
- Las multinacionales observan nuestros actos cotidianos para recabar información sobre nosotros y saber cuales son nuestros hábitos de vida, lo que compramos, cuándo y dónde.
- La CIA mató a JFK.
lunes, 20 de septiembre de 2004
Desconfianza por cuadruplicado
En los vagones de la línea 6 de Metro cada puerta cuenta con cuatro botones para abrirse: dos por dentro y dos por fuera. Y siempre hay cuatro personas pulsando los correspondientes botones simultáneamente. Da que pensar.
lunes, 13 de septiembre de 2004
Informativos
Hoy al poner la televisión me he llevado la sorpresa de ver a Lorenzo Milá presentando el Telediario-2. Me alegro de verle de nuevo por aquí y creo que es alguien que se ha hecho respetar por su trabajo en su anterior etapa en TVE, cosa harto difícil por las sospechas de manipulación a las que estaba sometido el ente público bajo la dirección del anterior gobierno. La pena es no verle en Las Noticias de La 2 ya que era un espacio que le iba como anillo al dedo. De todas formas menos es nada.
Bueno pues nada, con esto nos despedimos por hoy.
Bueno pues nada, con esto nos despedimos por hoy.
Fantasía
Si un día por la calle te cruzas con un cerdo que pilota hidroaviones, un autobús-gato gigante y con ocho patas, una niña mensajera que además es bruja en sus ratos libres, una anciana encargada de unos baños públicos sólo para dioses, o bien una inmensa fortaleza que surca las nubes como si fuera lo más normal del mundo, tranquilo, la senilidad aún no te ha alcanzado, tan sólo has entrado por la puerta grande en el mundo de los estudios Ghibli.
Para el que haya estado demasiado tiempo desconectado del mundo, los estudios Ghibli es el lugar donde trabaja un japonesillo incansable que responde al nombre de Hayao Miyazaki, culpable de películas geniales como Porco Rosso, Mi vecino Totoro, El viaje de Chihiro, Niki aprendiz de bruja, Nausicaa el valle del viento, La tumba de las luciérnagas, La princesa Mononoke, o Laputa el castillo en el cielo. Es anime de historias sencillas, dibujo naíf y personajes peculiares; donde a menudo no hay ni principio ni final y la película es sólo una trama inocente, nada de apocalipsis, ciudades destruidas, planetas que explotan, peleas galácticas, robots gigantes y bombas nucleares sobre Tokio. No y mil veces no. Sólo imaginación.
Desde un piloto de la primera guerra mundial maldito y que vive en la Italia de la post-guerra hasta un cuento de hadas de dos hermanas con una suerte de duende de los bosques, el abanico de temas es amplio pero siempre con el mismo trasfondo de imaginación tanto en la narración como en el aspecto visual, naiveté, tradición y mitología japonesa, y mensaje ecologista que película tras película acaba siendo marca de la casa.
Si las películas son buenísimas, las bandas sonoras que las acompañan no lo son menos. Lejos de ser meros recopilatorios como ocurre cada vez más en el cine norteamericano, son músicas que acompañan los diferentes tiempos de la película, hechas a medida y que se desmarcan de la banalidad de las composiciones orquestales que se repiten a si mismas en el Hollywood de hoy. Música agradable de escuchar, en suma. Aunque no quería particularizar en un ejemplo concreto, quiero destacar la banda sonora de Porco Rosso, por la nostalgia que emana muy acorde con la peli, y especialmente el tema "Sakuranbo No Minoru Koro". Quand nous chanterons...
Mientras tanto fuera de este mundo queda lo de siempre: aburridos thrillers, cine de acción baratillo, enésimas partes, remakes, adaptaciones. Quien se quede con la fantasía nipona que levante la mano.
domingo, 12 de septiembre de 2004
Foto legendaria para un deporte legendario
Esta es una foto de Jacques Anquetil y Raymond Poulidor, subiendo el Puy de Dôme en una etapa del Tour de Francia de 1964, escapados del pelotón y luchando codo con codo (literalmente) por alcanzar la victoria. La foto representa muchas cosas: el deporte limpio, la nobleza, la rivalidad en la carretera y el compañerismo fuera de ella, el cansancio, el esfuerzo para ser mejor que tu rival (pero amigo a la vez), y sobre todo, tiempos mejores para un deporte que ha sufrido la lacra del dopaje y del ultraprofesionalismo traducido en materiales y bicicletas high-tech y tácticas de equipo que matan la improvisación y las grandes gestas como la de esta foto.
Holandeses y franceses
Alguien podrá pensar que la fiesta y la juerga sólo existe en España, y que por ahí son unos sosos que no se saben divertir ni pasar una noche loca. ¡JUAZ!
lunes, 6 de septiembre de 2004
Los extremos se tocan
Homenaje al mejor principio y al mejor final.
Elige la vida: elige un empleo, elige una carrera, elige una familia, elige un televisor grande que te cagas... Elige lavadoras, coches, equipos de compact-disc y abrelatas eléctricos. Elige la salud, colesterol bajo y seguros dentales... Elige pagar hipotecas a interés fijo, elige un piso piloto, elige a tus amigos. Elige ropa deportiva y maletas a juego, elige pagar a plazos un traje de marca en una amplia gama de putos tejidos... Elige el bricolaje y pregúntate quién coño eres los domingos por la mañana. Elige sentarte en el sofá a ver tele-concursos que embotan la mente y aplastan el espíritu mientras llenas tu boca de puta comida basura. Elige pudrirte de viejo cagándote y meándote encima en un asilo miserable siendo una carga para los niñatos egoístas y hechos polvo que has engendrado para reemplazarte. Elige tu futuro, elige la vida. ¿Pero por qué iba yo a querer hacer algo así?... Yo elegí no elegir la vida, yo elegí otra cosa. ¿Y las razones? No hay razones...
[...]
¿Entonces por qué lo hice? Podría ofreceros un millón de respuestas, todas falsas. Lo cierto es que soy una mala persona, pero eso va a cambiar. Yo voy a cambiar. Es la última vez que hago algo así. Ahora voy a reformarme y dejar esto atrás, ir por el buen camino y elegir la vida. Estoy deseándolo. Voy a ser igual que vosotros. El trabajo, la familia, el televisor grande que te cagas, la lavadora, el coche, el equipo de compact-disc y el abrelatas eléctrico, buena salud, colesterol bajo, seguro dental, hipoteca, piso piloto, ropa deportiva, traje de marca, bricolaje, tele-concursos, comida basura, niños, paseos por el parque, jornada de 9 a 5, jugar bien al golf, lavar el coche, jerseys elegantes, navidades en familia, planes de pensiones, desgravación fiscal, ir tirando, tirando hacia delante hasta el día en que la palmes.
Due cachondi della ostia
Terence Hill y Bud Spencer son burros, cutres, malos actores, hacen humor casposo. Vale, pero ¿y qué? La pareja del barrigudo y su inseparable amigo de cabello oxigenado llevan años triunfando repitiendo el mismo esquema simplón y efectivo: siempre y por alguna razón desconocida, estos dos se acaban encontrando y, a regañadientes, formando equipo para hacer frente a los malvados de turno por un quítame allá esos bofetones. Los malo malotes podían ser cualquier cosa. Desde una panda de vaqueros mal avenidos (Le llamaban Trinidad y sus sucesivas secuelas) hasta un grupo de piratas macarras y locazas (Quien tiene un amigo tiene un tesoro) pasando por toda clase de mafiosos de medio pelo (Dos supersuperesbirros). De esta guisa, el renacuajo espabilado y el gorila de metro noventa se lían a despachar hostias como hogazas de todos los tipos: bofetón con la mano abierta, planchado de oreja a dos manos, capotón de arriba a abajo, capotón de abajo a arriba, molinillos, collejones, sartenazos, requetehostias, y así con toda la variedad de guantazos imaginables repartiendo muchos más que los cuatrocientos golpes de Truffaut. Por otra parte, la pareja mamporrera siempre aderezaba sus pelis de chistes zafios con cuescos y regüeldos con mucho aparato ventoso; y por alguna extraña razón, siempre tomaban judías comidas directamente de la sartén, hasta el punto de rodar una peli haciendo un guiño a las pedorreras legumbres (También los ángeles comen judías, aunque en ésta ocasión fue el tito Bud en solitario). Cosas del séptimo arte, si se me permite la ironía.
La pareja cómica siguió haciendo películas a ritmo socarrón, y quedan para la historia del cine títulos como Y si no nos enfadamos, Dos super-policías, Par-Impar, Estoy con los hipopótamos, Dos super dos, Dos superpolicías en Miami, y otros títulos así de bizarros. Pero ni el tiempo ni las modas pasan en balde, y el humor del palmotazo en la oreja y los efectos de sonido cutres ha quedado atrás. Aunque me sigo riendo como un niño cuando vuelvo a ver una de sus películas.
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