martes, 8 de febrero de 2005
Colores
Es difícil apreciar la belleza del Invierno. Repudiado por muchos, no puede competir con los espectaculares días de verano, el sol brillante sobre el cielo azul, las largas tardes paseando por la playa, la ropa de manga corta, las vacaciones y los viajes a lugares que ofrecen siempre su mejor cara en esa época del año. Frente a tanto esplendor, el Invierno sólo ofrece frío, lluvia, días cortos y grises. Por eso para poder comprender la belleza humilde de estos meses hay que mirarlo con otros ojos y disfrutar de sus colores. El marrón que se torna ocre de la tierra mojada, el verde apagado de los pinos y abetos, el castaño pálido de los troncos desnudos, el azul casi negro de las aguas frías, el gris marfil de un cielo melancólico, la sábana fantasmal que recubre todo con la llegada de la niebla. Y el blanco de la nieve.
Hoy ha vuelto a nevar abundantemente por aquí, y ya es la quinta vez en lo que llevamos de invierno, algo poco habitual hasta donde puedo recordar (que no es mucho).
Y también nevó durante la noche del sábado. Precisamente esa noche. Qué bonito.
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