Tras dos días por la Puerta del Sol, lo vivido es memorable. Gente de todo tipo y condición, padres con sus hijos, gente mayor, jóvenes a cascoporro, y por encima de todo mucha mucha gente, miles de personas. Todos indignados y comprometidos con la protesta. Sin colores, sin presencia de partidos ni sindicatos, solamente gente harta de todos ellos. Todo pacífico, ni un altercado, ni el más mínimo amago de violencia. Toda la plaza empapelada de arriba a abajo con carteles y consignas. Un pequeño caos perfectamente organizado de tiendas y toldos. Gente de la calle debatiendo en pequeños grupos de política, economía y justicia social, todos a una con un único objetivo en la cabeza: que todo esto cambie de una vez, que dejen de engañarnos, de robarnos, de estafarnos, de reírse de nosotros. Una imagen para recordar.
Mucho tiene que aprender de esta gente la basura de casta política que tenemos encima.
domingo, 22 de mayo de 2011
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