Ya llega la primavera. Por desgracia. Atrás queda el primer invierno normal que yo recuerde desde hace muchos muchos años. Frío y nieve como debe ser. Esperemos que para el año que viene vuelva a ser parecido. Mientras tanto habrá que aguantar el calor pegajoso e incómodo. Qué se le va a hacer, las cosas son así.
lunes, 23 de marzo de 2009
Hasta el año que viene
Ya llega la primavera. Por desgracia. Atrás queda el primer invierno normal que yo recuerde desde hace muchos muchos años. Frío y nieve como debe ser. Esperemos que para el año que viene vuelva a ser parecido. Mientras tanto habrá que aguantar el calor pegajoso e incómodo. Qué se le va a hacer, las cosas son así.
sábado, 14 de marzo de 2009
Feliz día de Pi
Voy a amar a solas, deprimido
no sabrán jamás que sueño hallarte,
perímetro difícil, escondido
que en mis neuronas late…
Oscuro el camino para ver
los secretos que tú ocultas
¿hallarlos podré?
domingo, 8 de marzo de 2009
Los clásicos nunca mueren: se los cargan
Hace un momento me he puesto a ver la película que daban en la televisión, Casino Royale en su versión de 2006. Llegado un momento, ha aparecido James Bond -interpretado por Daniel Craig que tiene la misma capacidad de una silla para transmitir algo- conduciendo un Ford Mondeo. En ese momento he pasado de seguir viendo la película ya que me ha parecido una cutrez y una paletada. Señores, seamos serios. ¡James Bond jamás conduciría un Ford Mondeo!
Me da pena por Sean Connery, él sí que tenía clase como 007.
Por cierto, la única Casino Royale que valga es la de 1967, con David Niven y Peter Sellers (algún día prometo escribir un post). Todo lo demás son persecuciones y explosiones para el lumpen.
Me da pena por Sean Connery, él sí que tenía clase como 007.
Por cierto, la única Casino Royale que valga es la de 1967, con David Niven y Peter Sellers (algún día prometo escribir un post). Todo lo demás son persecuciones y explosiones para el lumpen.
sábado, 7 de marzo de 2009
Quis custodiet ipsos custodes o su puta madre
Mira que las películas basadas en superhéroes de cómic son malas, pero que malas-insufribles. Tres abominables entregas de Spiderman, otras tantas de X-Men, que si Hulk, los 4 Fantásticos y demás morralla comiquera nos han hecho potar cada vez que le hemos dado una nueva oportunidad a la gran pantalla. Pero erre que erre, el resultado acababa siendo el mismo: puños por el culo por doquier a productor, director, guionista y actores, que se empeñan en hacer llorar al niño Jesús mientras se arranca los ojos de cuajo y se los mete por el culo.
Pero con Watchmen han llegado demasiado lejos. No hay derecho a que nos martiricen durante 160 minutos con un bodrio que te da ganas de tirarte al suelo, llorar y patalear como una niñata con berrinche.
Esto me pasa por ser demasiado indulgente y pensar "venga, si después de todo no puede ser tan malo". Trataré de que no vuelva a ocurrir.
Pero con Watchmen han llegado demasiado lejos. No hay derecho a que nos martiricen durante 160 minutos con un bodrio que te da ganas de tirarte al suelo, llorar y patalear como una niñata con berrinche.
Esto me pasa por ser demasiado indulgente y pensar "venga, si después de todo no puede ser tan malo". Trataré de que no vuelva a ocurrir.
domingo, 1 de marzo de 2009
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