Sam también tuvo la oportunidad de empezar experimentando con una rancia cámara de vídeo de su padre, con la que rodó una treintena de filmes cutres y baratos, junto con su amigo de la infancia Bruce Campbell.
Buenos días, ¿en qué puedo atenderle?
Entre sus proyectos de baratillo se encuentra Within the woods, la historia de un grupo de adolescentes que luchan por sobrevivir a los zombies de un cementerio indio. Independientemente de la "calidad" del filme, el caso es que recaudó la nada despreciable cifra de 350.000 dólares.
Con todo ese dinero en el bolsillo se pudo embarcar en la aventura cinematográfica que le iba a hacer famoso. En 1981 se saca de la manga Evil Dead, una película que mezclaba humor negro, gore y terror. La película tuvo un éxito inmediato, por lo que se embarcó en hacer una secuela seis años después, Terroríficamente Muertos (Evil Dead II), rebajando el tono gore en favor de más humor negro, llegando casi a parodiar la primera película.
Con este bagaje ya se había hecho un nombre en la industria, lo cual le permitió rodar su primera gran película comercial (Darkman). Pero lo mejor estaba aún por venir. Curiosamente en 1992, el mismo año en que Peter Jackson dejaba flipado a medio mundo con su Braindead, Sam estrenada la tercera película de la trilogía más peculiar que se haya podido ver. Nos referimos claro, a El Ejército de las Tinieblas (Evil Dead III: Army of Darkness).
Más adelante Sam Raimi entraría de lleno en el cine comercial, produciendo películas como Los Picapiedra, y dirigiendo la saga de Spiderman, e incluso se rumorea que podría acabar dirigiendo El Hobbit. Pero esa es otra historia.
La última película de esta trilogía tan singular empieza con nuestro protagonista Ash, que tras los acontecimientos de Evil Dead y Evil Dead II ha sido trasladado accidentalmente por un vórtice temporal al año 1300 en plena edad media, cuando los hombres eran hombres de verdad y programaban sus propios drivers.
¡Héroe, y una mierda!
En tan desolador paraje, el bueno de Ash ha tenido la mala suerte de aterrizar en un poblado inglés que se encuentra en guerra con los escoceses, y le toman por uno de ellos por lo cual es esclavizado.
Una herramienta para trinchar el pavo
Pese a todo, un curilla cree que se trata de un héroe venido del cielo para liberar a la humanidad de los no-muertos que la asolan. Tras confiscarle sus armas (una escopeta y un brazo con una sierra mecánica incorporada) le ponen a prueba tirándole a un pozo donde se enfrenta a un no-muerto.
Esto es una Remington de doble cañón de acero azul cobalto fabricado en Grand Rapids, Michigan y vendido sólo por $109,95, ¿está claro?
Aquí se da una de las escenas míticas de la película. Cuando Ash se dirige al atemorizado pueblo que le rodea, se le va la olla y les suelta toda una perorata digna del mejor vendedor de supermercados del siglo XX. Algo tal que así:
Bien chiflados primitivos, prestad atención. ¿Veis esto? Esto, es mi escoba de fuego, es una Remington de dos cañones del calibre doce, lo mejor que puede ofrecer almacenes S-Mart, la encontraréis en la sección de caza y pesca.
Esta maravilla ha sido fabricada en Grand Rapids, Michigan. Su precio de venta es de $109.95. La culata es de nogal, y los cañones recortados de acero azul cobalto, tiene un gatillo finísimo. Ya lo ven... Compre elegante, compre en S-Mart.
¿¡Entendido!? Estoy en condición de juraros que el próximo primate que sólo intente rozarme, ¡morirá!
Tras vencer al no-muerto y atemorizar a los habitantes del castillo donde iba a ser encerrado, Ash se gana el respeto de todos.... a condición de recuperar el Necronomicón para vencer al ejército de las tinieblas y posteriormente regresar al siglo XX.
¿Y si nos jugamos el Necronomicón a los chinos?
Si todo lo acontecido hasta este momento de la película roza la más absoluta -y divertida- extravagancia, lo mejor está aún por llegar, con toques de humor macabro aquí y allá. En su búsqueda del Necronomicón Ash se tiene que enfrentar a extrañas criaturas, incluyendo un clon propio que nace como un brote de sí mismo contra el que tendrá que luchar para acabar con él y tener vía libre.
La ministra de cultura reclamando el canon por el préstamo de libros en las bibliotecas públicas
De todas las escenas de la película, la que merece sin ninguna duda ser recordada es cuando Ash trata de recuperar el Necronomicón. Para ello debe pronunciar un conjuro mágico (Klaatu Barada Nikto) pero el desmemoriado protagonista no consigue recordar la última de las palabras (¡cof! ¡cof! ¡cof!) por lo cual el libro cobra vida y le hace la vida imposible al infeliz de Ash.
Una top-model de la pasarela Cibeles
A partir de aquí y una vez con el Necronomicón en su poder, Ash y el ejército del duque Henry se enfrentan al ejército de las tinieblas. Seres del inframundo, monstruos, esqueletos y otros no-muertos enarbolan sus diabólicas armas para acabar con la humanidad.
Le vamos a dar pal pelo a este humanoide...
El final de la película tiene su anécdota. En el final que se estrenó en la gran pantalla, Ash consigue volver al siglo XX y en el centro comercial tiene un disparatado enfrentamiento a balazo limpio con una dependienta poseída por los no-muertos.
Ash, el anti-héroe
En cambio existe un final alternativo en el que Ash toma demasiada dosis de la fórmula que le permitiría dormir hasta el siglo XX, y por ello acaba despertándose en el siglo XXI, encontrándose con un Londres post-apocalíptico devastado por una guerra nuclear.
En cualquiera de los dos casos, tenemos entre manos una de las películas más divertidas, extrañas y entretenidas que se puedan ver, con un montón de momentos para recordar por lo absurdo de la situación, que hace que esta peli sea tan especial y tan original. Desternillante, imaginativa, abracadabrante y sorprendente. ¡Todo un must-see del cine fantástico!
Con esto se acaba la segunda parte de esta peculiar saga de películas bizarras. Mientras llega la tercera entrega, entreténganse, queridos lectores. Den un paseo, lean algo, o vayan de compras. Pero tengan cuidado con los no-muertos y no olviden nunca este buen consejo...
Compre elegante. Compre en S-Mart.